El invisible ronca despierta la paz
Cerrar los ojos volar ir a mi lugar...
como nadie lo ve
nadie lo siente.
Las cosquillas derretidas.
Porque mi voluntad tiembla. Solo la mía.
Y por las noches,
tu mirada opaca en el recuerdo de Luceros
pasados
tan presentes en mi que crees que me vives
se va regresó
se fue
he firmado la condena
achaques del que se ha empezado a pudrir en amor
Mi necesidad, no de tenerte, sino de saberme
escondida en mis pequeños
empañados
rotos
ojos.
Y cuando callas sin verme
la niña nace,
sin uñas
sin ropa
tan sangrante y grotesca como siempre
sin mirar la luz
el cabello enmarañado
come sus piojos
me besa, me ama, me babea y me abraza
costras de lágrimas en sus ojos,
mi pequeño monstruo
Perdón si sufres
caracol calcinado
perdón si amas
perdón por haberte matado
sé que no se irá, sombra aullante
¿Quién me enseñó a esperar el perdón de los muertos?
Las palabras
las que nadie tiene ni piensa.
hoola edy
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